Una madre asiste a la boda de su hijo y se da cuenta de que la novia es su hija

Se dice que los matrimonios están hechos en el cielo, y Mark y Holly sin duda entran en esta categoría. Pero todas las historias tienen giros, y esta historia tiene algunos importantes. La futura novia (Holly) es la hija perdida de su futura suegra (Martha). Así que la pregunta del millón es: ¿cómo se casan Mark y Holly? Sigue leyendo para conocer los detalles.

Marta y su familia

Martha, una anciana de inmensa gracia, vivía sola, ya que su único hijo, Mark, estaba en Nueva York. Su marido Peter había fallecido hacía algunos años. Sin embargo, formaban una familia y estaban muy unidos.

Marta y su familia

Cuando Peter falleció y Mark se marchó a Nueva York, Martha decidió quedarse porque su casa y la ciudad le habían dado muy buenos recuerdos.

Martha y su vida en Fargo, Carolina

Martha llevaba una vida tranquila y sencilla en Fargo, Carolina. Era florista y era feliz llevando sonrisas y color a las vidas de las personas que visitaban su tienda. Claramente, era una mujer sencilla que vivía una vida sencilla.

Martha y su vida en Fargo, Carolina

El ritmo de vida era lento. Martha estaba en paz, viviendo con los recuerdos de Peter, las ocasionales y breves conversaciones con Marc, y en compañía de un limitado círculo de amigos.

Mark trabajó en una empresa en Nueva York

Mark se mudó a Nueva York hace un año con el objetivo de seguir su carrera como desarrollador de software en una gran empresa. Poco a poco se fue haciendo un hueco en la competitiva cultura empresarial.

Mark trabajó en una empresa en Nueva York

Había heredado los rasgos de perseverancia y dedicación de sus padres, Martha y Peter. Y ahora había llegado el momento de que, sin prisa pero sin pausa, triunfara en la vida. Era lo correcto.

Martha y Mark llevaban más de un año sin verse

El horario de trabajo de Mark le impedía visitar Fargo desde hacía más de un año. Su departamento dependía en gran medida de su experiencia, y los encargos de trabajo llegaban con regularidad y rapidez.

Martha y Mark llevaban más de un año sin verse

Por eso, cuando solicitó una excedencia, la administración no pudo concedérsela. La presión del trabajo era demasiado alta y todo el mundo necesitaba la presencia de Mark.